Gelaors

A principios del siglo XX la situación era muy precaria, entre algunos años de sequía, como por ejemplo la del año 1912, era un pueblo donde la escasez de medios para ganarse la vida dignamente, lo cual gran parte de los varones de la familia, partieran hacia otras tierras a trabajar durante la temporadas, como “ a la teula” en tierras castellanas, a la recolección de aceitunas en su temporada a otros pueblos de la provincia y en verano a “ gelar” por todo el territorio español así como en Francia y en Argel. En Onil por aquellos años estaba naciendo la industria de la muñeca que era temporera y quienes ocupaban las plazas eran las mujeres y niñas de corta de edad para ayudar a la economía familiar bastante precaria.

Vicente Quilis Reig conocido de joven en Onil como Farinetes, la foto es del año 1931 en la Almunia de Doña Godina,en 1934 se quedo a vivir aquella localidad.


Cuando se aproximaba el calor, los hombres iban en busca del trabajo en la realización y venta del helado, donde cada año los mismos propietarios de las mismas heladerías que eran colivencs, que contrataban gente del pueblo  para tal menester, y casi siempre eran empleados en los mismos lugares.
Por la mañana se madrugaba para preparar el helado y salir a los puntos de venta, mediante un carro unos y otros con heladoras al hombro
Las heladeras con mantecados, las llevaban con un ancha correa de piel como bandolera al hombro y además llevaban una cajita metálica reluciente plateada de poco más o menos 30 centímetros de largo por unos 20 centímetros de ancho, con cuatro patas, donde llevaban, las galletas, barquillos, cucuruchos al igual una paleta para poner el mantecado. La heladora era de metal y por fuera dentro del cubierta por hielo y sal que vaciaban por debajo de la heladera  cuando el hielo se hacia agua y volvían a llenar de hielo y sal.

Nuestros paisanos se les conocía como los valencianos, recorrían todas las verbenas y fiestas veraniegas y los que llevan el carrito de instalaban en sitios fijos, los que iban con la heladora al hombro recorrían las calles y por dentro de las verbenas. Eran jornadas agotadoras de intenso trabajo.

Roberto Vicent Berenguer en Getafe en el año 1929,


Por ejemplo en los años 30 y 40 los que iban a Getafe era el tío Enrique el del Caracol y su mujer  Agustina la Samarilla que eran dueños de una heladería. Entre los empleados estaba Roberto Vicent que en invierno trabajaba con ellos de albañil y en verano en la venta de helados que recorría las calles de Getafe y barrios, cuando había algún acontecimiento en el Cerro de los Ángeles.
Una anécdota que contaba que unas de las veces que fue, había mucha gente en la explanada del Cerro, escucho unas voces que decían…Roberto…Roberto, pero había tanta gente que no podía detectar quien lo llamaba, hasta  que se percato que en medio del gentío, que eran unas monjas que habían estado en el Convento de Onil, pues él había hecho algunas reparaciones de albañilería en el convento.
Por aquellos años veinte y treinta del siglo pasado como después de la Guerra Civil los colivencs cuando llegaba el verano partían a recorrer parte del territorio nacional y norte de África.

PD. Este es un blog personal, abierto para todo el quiera verlo, muchas de las cosas que aquí salen tiene unas fuentes documentadas, como por ejemplo, libros de historia, prensa antigua, pero puede suceder que en ella no estuviera  exactamente la verdad, en cambio hay otras que son contadas por personas mayores del pueblo, que lo ha han vivido o han sido contadas por sus antepasados. Lo cual esto no es blog de historia por aquel quiera interpretarlo, para serlo tendría que ser escrito por una persona licenciada historia.
En este post " Gelaors " son una serie hechos familiares, lo cual, cualquier persona que quiera enriquecer el post, contando el pasado de sus familiares cuando estaban helando lo pueden hacer en los comentarios, así enriqueceremos más este post y por supuesto el blog.
Quiero dar las gracias a todos los que siguen el blog y la compresión que tiene cuando detectan algún error, lo hacen constar mucha educación y compresión.