JUAN VILAPLANA SOUSA
ADMINISTRADOR DEL MARQUES DE DOS AGUAS EN ONIL
NACIO EN 1850 EN ONIL.
DESDE 1887 HASTA 1909 FUE ALCALDE Y CONCEJAL EN VARIAS LEGISLATURAS.
1908 DEJA EL CARGO DE ADMINISTRADOR DEL MARQUES.
sábado, 30 de abril de 2011
Sempere " Amigo generoso"
Este articulo esta escrito por Javier B. Martin en Julio 2009
Eusebio Sempere al igual que otros pintores de su generación, se preguntó: ¿Que ocurrirá con mi obra y mi colección, cuando yo ya no esté?
Algunos de estos artistas buscaron la solución en vida. Tenemos un primer ejemplo en Fernando Zóbel con Cuenca, ciudad que tanto le debe desde que instaló en “las Casas Colgadas” su colección de arte abstracto español, adquirida personalmente, pieza a pieza con mucho esmero y buen saber, como la historia ha demostrado. Por voluntad propia, este legado pasó a manos de la Fundación March aún en vida del artista.
Similar a la de Zóbel es la solución buscada por Gustavo Torner, con la donación al pueblo español, como a él le gusta decir, de gran parte de las obras que ha creado en su larga trayectoria. Es el Espacio Torner en Cuenca, en el marco incomparable de la iglesia de San Pablo, donde se puede ver una selección de las obras creadas por este artista.
Distinto planteamiento es el de aquellos artistas que confiando en una persona muy próxima y estimada estaban tranquilos del destino y cuidado de su obra. Es el caso de Salvador Victoria y Marie Claire. Gracias a esta perfecta unión vital y creativa disfrutamos de su obra en esta Fundación en la que nos encontramos, lógicamente con la ayuda y apoyo de todos los que creyeron en su proyecto.
Desgraciadamente también está llena la historia reciente de artistas que no contaron con esta suerte de continuidad, y su obra en algunos casos ha desaparecido de las exposiciones, esperando que con los años alguien se vuelva a interesar por ella, y todos tengamos la suerte de volverla a ver.
Eusebio Sempere, de quien vengo a hablar en mi condición de amigo personal, también quiso “asegurar” su colección (permítanme el juego de palabras con el recinto donde se conserva) donando al Ayuntamiento de Alicante obras propias y su querida colección personal, formada con significativas piezas de aquellos artistas a los que admiró. Si en el caso de Zóbel la colección fue adquirida gracias a su fortuna personal, en el caso de Sempere fue por intercambio de obra propia, en algunos casos con sus propios amigos artistas y en otros por intercambio con marchantes y herederos. Podemos citar el ejemplo del lienzo de Joan Miró, que intercambió por siete tablas de su propia producción. O el caso del la adquisición del Juan Gris, primer cuadro de este pintor que entró a formar parte de una colección pública de arte español, pues como decía, por esta “Nature morte a la serviette” de 1924, Sempere pagó 74.000 dólares de principios de los setenta.
Sempere tenía estudiados a fondo todos los aspectos sobre las obras que iba a donar, las cuestiones legales, y detalles como los carteles que deberían anunciar la existencia del museo e incluso cuándo debería ser la inauguración. A este respecto quiero citar las propias palabras de Eusebio, pues el ayuntamiento intentaba realizar la inauguración el día principal de la fiestas de la ciudad, a lo que Sempere les contestó: “es una fiesta muy especial (refiriéndose al día de les Fogueres de San Juan) y en cierto modo reñida con el silencioso mundo del arte. Me gustaría que la inauguración fuese un acto muy sencillo y sin discurso por mi parte” (1)
Gracias a la correspondencia entablada en esa época de Sempere con los representantes del Ayuntamiento de Alicante, podemos conocer los temores que el autor albergaba en su interior. En una de ellas dirigida a Ambrosio Luciañez, el que luego seria Alcalde de la ciudad, le dice: “El Ayuntamiento de Alicante debe ser depositario de esta colección y deseo que se pueda encontrar el edificio digno para albergarlo… Debe ser la mejor instalación de nuestro país sin egoísmos por parte de nadie. Sin nombre pues tampoco el mío quiero que figure en el título del Museo o Colección” (2).
En lo referente a las cláusulas legales de la donación, podemos destacar que seguiría siendo válida mientras se siguiese viviendo en un país con una democracia establecida, y que su colección era cerrada, no pudiendo incorporar a ella otras obras. Esto lo realizó para que una vez desaparecido él, nadie pudiera hacer presión para incorporar a otros artistas que no estuvieran a la altura de la colección. Y para terminar con este apartado quisiera aclarar la cláusula mas polémica en su día: en ella Sempere se reservaba la propiedad de cinco obras. Estas eran “La Montserrat” de Julio González, “Nature morte a la serviette” de Juan Gris, las dos obras de Miró, el lienzo “Femme et oiseaux “ y la escultura del mismo autor, y por ultimo la escultura de hormigón de Chillida. Ante las criticas por estas reservas Sempere respondió: “Yo tengo que tener conocimiento en mi subconsciente de que no me voy a morir de hambre” (3), haciendo referencia a los años de penuria económica que había conocido.
Debe de ser difícil para un pintor, que en la mayoría de las ocasiones está trabajando en su obra hasta sus últimos días, dejar su producción por un momento y detenerse a pensar en quién o quienes serán los que van a continuar cuidando y queriendo todo aquello que él ha creado. En primer lugar lo ha creado por la propia necesidad de expresar lo que tiene en su interior, pero también para mostrar a todos aquellos que lo deseen, ese mundo propio y trasmitir las sensaciones que hay en él.
En el mundo actual, el que recibe la sucesión de ese legado recibe una gran responsabilidad. Derechos y deberes que van indisolublemente unidos. La persona sobre la que cae esta responsabilidad debe ser conocedora de la obra que tiene que velar y defender. Uno de los aspectos más problemáticos es que no sólo se debe de cuidar físicamente de las obras, sino también de la parte intelectual que el legado conlleva. Legado material y legado intelectual forman un conjunto y no deberían nunca estar separados absolutamente. Pues mala función podría desarrollar aquel que poseyendo el legado del objeto físico no tuviera la obligación de cuidar también de su parte intelectual. Y al contrario, ¿qué sentido tendría que alguien a quien el autor no ha querido legar su obra creada, fuera el destinatario por ley de cuidar de la parte moral de la misma, para que nadie hiciera mal uso de ella?.
Centrándome ahora en la obra de Eusebio Sempere, quiero recordar que él siempre contó con la inestimable ayuda de Abel Martín. Abel realizaba sus serigrafías o preparaba las tablas sobre las que luego Sempere deslizaría su tiralíneas. En el campo de la escultura fue en los últimos años de vida de Sempere, en los que Abel más intervino; a partir de un boceto de Sempere, Abel resolvía cuestiones a veces técnicas, de montaje o de terminación de las mismas, que se iban resolviendo sobre la marcha, formando en estas ocasiones “un verdadero equipo artístico, con los roles bien definidos y asumidos”, como diría Pablo Ramírez en cierta ocasión (4). Pero “el maño” (era de un pueblo vecino a este de Rubielos, de Mosqueruela, donde Eusebio pasó largas y felices temporadas, descansando, recibiendo visitas de amigos como Zóbel, pintando sus paisajes...) digo que Abel era algo más, era el amigo que le animaba a seguir adelante, el que coordinaba sus exposiciones y el que al final de sus días cuidó de Sempere día y noche. Por ello sólo confió en él para el destino que iba a tener su obra personal.
Me gustaría que en esta exposición también supiéramos ver esa mano en la que tantas veces se apoyó Sempere.
Como muchos de vosotros ya sabréis Abel Martín y Sempere fueron los que introdujeron el método de la serigrafia en España. Estos dos pioneros aprendieron dicha técnica en los talleres del artista cubano Wifredo Arcay, en el París de finales de los cincuenta. En dicho taller ya estamparon obras para artistas de la talla de Block, Mortensen o Vasarely. A su llegada a Madrid Sempere y Martín realizarían uno de los primeros trabajos serigráficos para Lucio Muñoz. A partir de ese momento y en los años siguientes comenzarían a realizar estampaciones serigráficas para la mayoría de los artistas, muchos de ellos relacionados con nuestra querida Cuenca, como fue el caso de Guerrero, Lorenzo, Millares, Mompó, Rueda, Saura, Torner o Zóbel.
En cierto momento Abel Martín, al igual que abandonó la producción de su propia obra, llegó a abandonar la estampación de obras para otros artistas, para continuar en exclusiva con las serigrafías de Sempere.
Quisiera contar la anécdota ocurrida en la exposición-homenaje celebrada en Alicante en 1986, con motivo del primer aniversario del fallecimiento de Sempere. Abel era el comisario de esa exposición, y se encontraba a la entrada de la sala dando unos carteles que se realizaron para la misma. Se le acercaron dos señoras y le preguntaron si el autor se encontraba en la sala. Como les respondió que no, las señoras contrariadas le dijeron que el artista debería de haber acudido a la inauguración, a lo que Abel sin dar mayores explicaciones les contestó con el sentido del humor que siempre le acompañó: “Que más hubiera querido él que estar aquí hoy”.
A Sempere nunca le faltaron amigos, pues él se consideraba amigo de todos. Quiero citar algunas de las frases que algunos de ellos dijeron a propósito de su pintura y su amistad mutua:
Rafael Alfaro: ”Con sus líneas de color nos va contando, nos va cantando su vida, la de todos nosotros.”
- Rafael Canogar: “Su obra es, al igual que su apariencia, delicada y armoniosa, lírica y musical, pero que encierra la fuerza de la claridad: la de un lenguaje plástico que ha sabido encontrar en la desnudez sabiamente; su más rotundo medio de expresión”.
- Eduardo Chillida: “Ojos débiles / Visión perfecta / Delicado y tenso / Eusebio generoso”.
- Luis Gordillo: “La pasión de la exactitud”.
- Manuel Mompó: “Todos los colores del mundo extendidos en líneas de amor”.
- Manuel Viola: “Pintor del siglo XXI”.
- Fernando Zóbel: “Es difícil hablar claro cuando se mezclan admiración y afecto”. (5)
Pasando a comentar un poco algunas de las obras de la exposición que se inaugura aquí, quisiera hablar en primer lugar de la selección de los gouaches originales que se muestran:
- El primero de ellos es de 1966, y está inspirado en el paisaje, un motivo recurrente en la obra de Sempere, ya fuesen paisajes castellanos o aragoneses. Paisajes pintó durante toda su trayectoria, siendo prácticamente el único tema recurrente de sus últimos años, del 80 al 82. De ellos podemos destacar las dos series de “cuatro estaciones” pintadas en esta época, una sobre tabla y otra sobre papel Canson.
- El siguiente gouache es de 1976. Aquí reconocemos el tipo de obra que va a ser muy característica en la trayectoria del artista, con esa raya fina, colores grises y marrones cálidos de los que hace salir desde su interior esa luz tan personal y propia en la obra semperiana.
- En el tercer gouache, pintado hacia 1978, la geometría es predominante, con una raya ancha y colores puros como es el azul de la obra en cuestión. En esta época Sempere se centra en la investigación de cuestiones perceptivas.
En cuanto a la obra gráfica, se ha realizado una selección representativa de entre las aproximadamente ciento ochenta que realizó a lo largo de su vida. Todas las mostradas hoy aquí fueron estampadas por Abel Martín, a excepción de las cuatro estaciones, obra póstuma de 1988, basada en cuatro gouaches que el pintor realizó en sus últimos años, y a los que antes me he referido.
En el recorrido de sus serigrafías podemos admirar desde las inspiradas en las obras de su etapa de Paris hasta las obras pertenecientes a la carpeta denominada “Cántico Espiritual”, homenaje a San Juan de la Cruz. El número de colores utilizados en ellas es variable y a veces difícil de determinar por el ojo humano. Así es el caso de la serigrafía “Óvalo, para el Museo de Cuenca”, compuesta de treinta colores, o el “Otoño”, realizada con cincuenta y cinco.
Las obras escultóricas expuestas son múltiples realizados en diferentes fechas, con diferentes tiradas, en algunos casos interrumpidas al fallecimiento de Eusebio. Recientemente la escultura “Pirámide”, de la que aquí podemos contemplar un múltiple a pequeña escala, ha sido instalada en Alicante, tras muchos años en espera de su óptima ubicación. Esa obra fue donada por los herederos de Abel Martín con el deseo de mejorar la presencia de la obra escultórica de Sempere en la ciudad que él tanto amaba.
Y antes de los agradecimientos quiero hacer también mía la frase de Sempere: “No sé por qué, siempre he creído que hay que hacer algo por los demás”. Y yo en este caso es lo que he intentado hacer con esta exposición, poner mi esfuerzo en que todo aquel que venga a verla disfrute tanto como yo lo he hecho preparándola.
Para terminar quiero dar las gracias a Marie Claire y Jesús Cámara, por ofrecernos la oportunidad para exponer en esta magnifica sala, dar las gracias a Alfonso de la Torre por su presencia y, cómo no, también al Ayuntamiento de Rubielos y especialmente a su Alcalde, por su apoyo en este programa de exposiciones que nos brinda la oportunidad de ver las obras de los pintores y escultores de una generación irrepetible en el arte español.
Javier B. Martín
Julio 2009
lunes, 25 de abril de 2011
Apuntes 1936-1939.
Durante la contienda del 1936-1939 las empresas jugueteras de la foia de Castalla sufrieron transformaciones relevantes en sus fabricas. Las empresas se adaptaron a la producción de armas todo tipo de material de combate para el ejercito republicano. La subsecretaria de Aviación instala secciones en sus fabricas. Durante Abril-Julio 1938 la subsecretaria de la Aviación instalo su fabrica numero 15 a Castalla y Onil pues la que tenia en Rabasa fueron localizadas y bombardeadas cinco veces, se vieron obligados a trasladarse a las montañas del interior.
Entre septiembre de 1936 y Enero de 1937 fueron intervenidas las fabricas de muñecas y juguetes de la Foia de Castalla, estas intervenidas comenzaron a ser explotadas y otras controladas.
15-09-36 Rico S. A. de Ibi intervenida por UGT.
16-09-36 Hijos de F. Merin de Onil intervenida por Amor y trabajo UGT.
13-11-36 Paya Hermanos S. A. de Ibi intervenida por la UGT.
1-01-37 S. Sempere de Castalla intervenida por la CNT-UGT.
4 de Noviembre de 1936 los obreros de Paya hermanos S.A. y Rico S. A. socializaron las dos empresas la nueva se llama Industrias Paya y Rico Socializadas. El 31 de Octubre de 1937 esta empresa se convierte en una Cooperativa Obrera Rai se transformo en la Fabrica número 27 de la Subsecretaria de Armamento.
Durante la guerra los administradores de la industria juguetera se vieron obligados a la fabricación que demandaba el mercado de la guerra, las fabricas de juguetes de metal se adaptaron la producción de cartuchos, balas. La Cooperativa Rai podía producir 250. 000 balas por día, 7000 cargadores de fusil y 7000 piezas para bombas. Las fabricas de juguetes y muñecas de Onil y Castalla algunas intentaron seguir la producción de juguetes, pero debido a los problemas de abastecimientos y la dificultad de encontrar mercado, donde la única semana de demanda era la primera semana del año. El resto de tiempo en algunas confeccionaron ropa militar.
Las transformaciones fueron gestionadas mayoritariamente por obreros y técnicos ligados a la UGT y al PSOE.
En el molino de Onil que estaba al principio de la calle Valencia detrás de la basa de la Vila que regentaba Antonio Mira Brotons más conocido por Toni Xulla fue sometida al control obrero por la UGT en el año 1936. Según el historiador J.M. Santacreu Soler de la Universidad de Alicante en la Revista de Estudios de la Foia 1988, comenta que apenas tuvieron incidencia.
Según nos comenta que los molinos de la Foia, Ibi, Castalla y Tibi era significativa integración molinera de la foia de Castalla durante la guerra civil en plan elaborado por la Consejería Provincial de Abastos por moler harina y distribuirla por los pueblos vecinos. Según el plan los molinos de la Foia tenían capacidad suficiente por proveer sus pueblos los pueblos del sur de la Comarca del Contat y el este del Alcoia y el norte del Alacanti, mientras que el de Onil solo podía abastecer a la población local.
PD. Estos datos son de J.M. Santacreu Soler, Universidad de Alicante en un articulo “ Las transformación de las industria de la Foia de Castalla durante la Guerra Civil” en la revista Associació Cultural > Octubre< Foia de Castalla en el mes Octubre1 1989 nª 2.
domingo, 10 de abril de 2011
26 Aniversario del fallecimiento de Eusebio Sempere
Hoy 10 de abril se cumplen 26 años del fallecimiento de Eusebio Sempere y como el año pasado en tal día como hoy desde este modesto blog queremos rendirle nuestro pequeño homenaje, todos los Colivencs sabemos de sus obras, trabajos, mucho esta escrito y plasmado en la historia del arte, no aportamos nada nuevo, un pequeño reconocimiento a este hombre universal.
29 de abril de 1983 día de la entrada de Moros y Cristianos se inaugura el monumento a la muñeca obra del pintor local Eusebio Sempere cuya obra regala al pueblo de Onil.
El precio fue de más de tres millones de las antiguas pesetas, su construcción fue en Guadalajara y la aportación fue hecha por el pueblo de Onil y el mismo autor.
Eusebio la llamo “ la columna” a este acto de inauguración asistieron el Presidente de las Cortes Valencianas, Antonio García Miralles, el Presidente de la Diputación de Alicante Luís Díaz Alperi y como Alcalde de la Villa José Navarro Laosa.
Hoy este monumento que en su día fue inaugurado en la rotonda de entrada al pueblo de la circunvalación Matrimonio Juan Mora, que años después paso justamente a los jardines nuevos de la ermita que esta al lado de la calle Eusebio Sempere que esta situada en lo que era el antiguo campo de fútbol de la Virgen, para finalizar en la placeta de la Casa de la Cultura de la Villa.
Este artista universal dejo un gran legado de sus obras por el mundo del arte contemporáneo, siempre con muy buena critica de sus trabajos. Onil celebra el Premio Bienal de Pintura Eusebio Sempere como gran homenaje del mundo pictórico de gran acogida en el mundo del arte de las cuales las obras participantes se exponen en la Casa de la Cultura de la Villa, en el cual esta “ la colunma” que preside la entrada del centro cultural que Eusebio hizo en honor a la muñeca soporte motor de la riqueza y prosperidad Colivenca en el siglo pasado.
En el diario la Verdad el 8 de Abril de 2011 el escultor, pintor, fotógrafo, ceramista, grabador Eduardo Lastres escribió un formidable articulo dedicado a su amigo Sempere.
Mi amigo Sempere
Eusebio buscaba un lugar en nuestra historia pero poniendo él muchísimo más de lo que la sociedad le pudiera dar
Con la inauguración del MACA, la ampliación del Museo de la Asegurada, como ese espacio que cualquier artista podría anhelar, me vienen a la memoria infinidad de imágenes, ideas, palabras que compartí con Eusebio Sempere, desde que tuviera la oportunidad de conocerlo, allá por el año 1968, y cultivar una amistad que se prolongó hasta el final de sus días. En estos años sesenta, los artistas en toda España reivindicábamos una mayor libertad y el reconocimiento del trabajo artístico como una actividad profesional. Un grupo de pintores de Alicante fuimos a Madrid para conocer de primera mano lo que se estaba gestando en la Asociación de Artes Plásticas de Madrid. Arcadio Blasco, que pertenecía a esa asociación madrileña, nos contó de qué forma se estaba demandando a las instituciones franquistas mayores derechos y seguridad para el trabajador artístico. Por ello nos desplazamos a Madrid para hablar directamente con los responsables de esta asociación: el pintor Lucio Muñoz, Genovés y también aprovechar para conocer a Eusebio Sempere uno de nuestros artistas que trabajaba para una de las galerías más importantes españolas, la de Juana Mordó. Lo visitamos en su pequeño apartamento en el centro de Madrid, cerca de plaza Bilbao. Y a partir de ese momento nuestro contacto, tanto en Madrid como en Onil y en Sax, pueblos originarios de ambos, se hizo una práctica habitual. Desde el primer momento para mi fueron muy importantes los consejos, la mirada de un conocedor como Sempere, y quiero pensar que a él también le interesaban mis sensaciones y reflexiones sobre todos los temas, inteligentes y triviales que tocábamos con naturalidad. Una proximidad que respeté siempre, hasta el punto de que en ningún momento la utilicé para mi propia promoción personal. Después de su salida de la galería Juana Mordó, una cuestión compleja que conllevó su rifirrafe con la galerista, su liberalización supuso poder exponer con otras galerías, produciéndose el hecho incontestable de la revalorización de su obra. De manera que en pocos años pasó a tener un estudio digno en la calle Sagasta, para luego marcharse a su última vivienda en un chalet en El Plantío. Nuestra relación fue de amistad y de contarnos las cosas sucedidas en el ámbito cultural de Alicante y lo que él vivía en Madrid, pero también conversaciones profundas hasta altas horas de la madrugada, o consejos como el que me dio una tarde cuando ya marchaba a Alicante, «No te vayas de Madrid sin ver la exposición de Constant Permeke en la Biblioteca Nacional». Es curioso pero esa frase, aparentemente sin importancia, podría no haberle hecho caso, cambió mi vida. La obra de Permeke supuso para mí un verdadero deslumbramiento, por el que mis aspiraciones plásticas se vieron reflejadas de una manera radical. Sentía que la fuerza de su dibujo tenía que ver con mi manera de interpretar el cuerpo humano y su vertiente de escultor llenaba mi cabeza de posibles soluciones.
Años más tarde vendría la donación que hizo a la ciudad y que pude vivir en directo, viendo la evolución de la restauración del edificio de la Asegurada, incluso participando en la colocación de los cuadros como uno más, al lado del alcalde Ambrosio Luciáñez, los de la galería Italia y otros amigos de Sempere. Después de la inauguración, casi de inmediato se estableció la necesidad de la ampliación del museo. Eusebio todavía, en un ejercicio de generosidad infinita, pensaba en comprar unos dibujos de Picasso que quería añadir a la colección. Es decir, Sempere no se conformaba con una colección impecable en sus planteamientos y en sus obras sino que buscaba mejorarla en lo posible, cosa que seguramente hubiera conseguido de haber vivido algunos años más. Pero la enfermedad estaba ya ahí y los cambios políticos no favorecieron ni la ampliación del museo ni siquiera su puesta a punto. Su situación no quedó excesivamente clara. En una de mis últimas visitas a su chalet de El Plantío, ya prácticamente en un curso avanzado de su enfermedad, todavía pudimos concretar la realización de una película sobre su vida y su obra que llevó a cabo un cineasta amigo mío alicantino, hoy también fallecido, Héctor Seva, un hombre joven que llevaba una gran trayectoria en el mundo cinematográfico. Algo que Eusebio aceptó. Se filmó parte del documental en Onil, en su tierra natal, y gran parte en su casa de Madrid, posiblemente recogiendo una de las últimas firmas que Sempere pudo hacer con su propia mano, imágenes y más de 11 horas de conversación grabada.
Cuando en estos días he podido leer algunas de las cosas que se han dicho sobre el nuevo museo, no puedo menos que pensar que Sempere estaría feliz de ver este nuevo edificio que alberga su obra y su colección. Eusebio, un ser desprendido, generoso y humilde, lejos de perseguir su propia gloria, buscaba un lugar en nuestra historia pero poniendo él muchísimo más de lo que la sociedad le pudiera dar.
Podría escribir muchas páginas sobre Sempere, algún día lo haré, sobre mis recuerdos y débitos, sobre un personaje que fue fundamental para todo aquel que le conoció. Fundamental para la historia de Alicante, que además de su obra incuestionable quiso dejar un legado de conocimiento del arte del s. XX, para que nos enfrentáramos a la realidad del verdadero arte con el conocimiento necesario.
Eusebio Sempere con su hermana Concha en el corral de su casa de Onil.
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