Familia de Onil principios del S. XX
Un breve repaso a los últimos años del Siglo XIX en la vida de Onil, en España estaba como Reina Regente María Cristina de Habsburgo-Lorena, instaurada la Restauración con Alfonso XII con un sistema bipartidista, con una Constitución de 1876 con el Partido Conservador de Cánovas y los Liberales de Sagasta que alternaban el Gobierno. Como figura eclesiástica citaremos al Cardenal Paya Primado de España que desde 1886 tomo posesión en la Catedral de Toledo. Nace el PSOE encabezado por Pablo Iglesias 1879, años más tarde la UGT. Eran los comienzos anarquistas en España con la Federación de Trabajadores de la región Española, nace CNT, el sector eclesiástico lucha por mantener el poder, en un país agrícola, donde en Cataluña, Vascongadas, y también la ciudad de Alcoy a pesar de las malas comunicaciones de la montaña alicantina comienza un desarrollo industrial importante.
En los últimos años del Siglo XIX la Foia de Castalla predominaba la agricultura de secano, de escaso rendimiento y con una propiedad muy repartida, asediada por sequías perjudicaban en la alimentación, la industria muñequera en Onil comenzó de la mano de Ramón Mira Vidal conocido por el "Tío Ramón Tomata" en cambio el gran empresario que dio el gran empuje a la fabricación de muñecas fue Eduardo Juan daba trabajo temporal a niñas y mujeres con salarios muy bajos, con jornadas laborables infrahumanas, esta industria era pionera en la Fabricación de Muñecas en el estado. El analfabetismo en la población era muy elevado, en la factoría de Eduardo Juan su esposa Agustina Mora obliga a las jóvenes a rezar el rosario mientras realizan el trabajo. En cuanto a enfermedades eran las más habituales, sarampión, tuberculosis, tifus y el paludismo todo esto una mala alimentación.
Ayuntamiento en Julio 1887.
Alcalde. Antonio Amat Herrero.
Concejales. Francisco Mataix
Francisco Juan.
José Santonja.
Pascual Vicent Vicent
Bautista Payá.
Francisco Sanchís.
La emigración temporal en verano hacia las ciudades de los hombres a la venta de helados, otros partieron desde Alicante hacia Oran donde podían trabajar en el helado y en la agricultura, en Onil muchos de sus hombres se desplazan hacia tierras del centro, Ciempozuelos, Guadalajara entre otras localidades para trabajar en las alfareras con la teja.
En 1889 entre otras cosas plantea la posibilidad de la necesidad de una farmacia, cosa que consiguió, esta se situó al lado de la casa de la enseñanza, en la calle Morato hoy Cervantes con el licenciado Don Juan Bautista López Ruiz. Por aquellos años el medico de Onil era Don Vicente García.
Alcalde Juan Vilaplana Sousa.
Primer Teniente Alcalde. Antonio Amat Herrero.
Segundo Teniente Alcalde. Francisco Mataix.
Sindico. Francisco Sanchís.
Regidores. Francisco Juan Díaz.
José Santonja.
Enrique Juan.
Pascual Cortés.
Pascual Vicent Vicent
Aguacil. José Vila Pardínes.
Secretario. Daniel Sanz Cortés.
Cura Párroco. D. Antonio Molto.
Juez Municipal. Manuel Juan Díaz.
Secretario del Juzgado. Francisco Sanchís Sempere.
Los domingos en sesión ordinaria después de Misa Mayor era cuando se reunía el Ayuntamiento y cuando era sesión extraordinaria se avisaba con volteo de campanas.
Además del poder político esta el poder eclesiástico como hemos citado anteriormente el Cura Párroco era Don Antonio Moltó Juan, Vicarios Joaquín Francés Vañó y Agustín Ribera Sanz. Por aquellos años el citado anteriormente Medico Cirujano Don Vicente García Bellod y Don Francisco Sapena, Practicante Rosendo Capelo Herrero. Los maestros en aquellos lejanos años, Doña Amparo Juan Berenguer, Don Domingo Mula Rebesco impartía clases en el Convento, Doña Antonia Gómez Oriola, Doña Rosario Brotons. El Aguacil Facundo Calbo Vidal, Cartero Francisco Prats Morató, Director de la Banda de Música Pascual Quilis Reig, encargado del reloj Francisco Sempere, encargado del alumbrado publico Cándido Capelo Beneyto. Ermitaños en la Virgen de la Salud, Vicente Rico Llorens, en el Convento Francisco Verdu Sempere, en San Antoni, Vicente Pardines Mira.
El Convento 1889 se vuelve abrir el Convento esta vez con monjas de clausura, se inaugura 1890 el nuevo Cementerio en la partida del Rovell.
Una curiosidad de aquellos años, exactamente en 1895 se propuso desde el Consistorio dar muerte a todos los perros vagabundos sin amo por las calles a lo cual Juan Vilaplana se opuso" No se debe ser cruel con estos animales que tanto quieren al hombre".
En juegos por aquellos años se jugaba a "la bola" que reunía bastante gente y se apostaba, estaba también el " joc de pilota" el juego de las cartas con " el Monte" en Navidad se jugaba bastante dinero.
