JUAN VILAPLANA SOUSA

ADMINISTRADOR DEL MARQUES DE DOS AGUAS EN ONIL
NACIO EN 1850 EN ONIL.
DESDE 1887 HASTA 1909 FUE ALCALDE Y CONCEJAL EN VARIAS LEGISLATURAS.
1908 DEJA EL CARGO DE ADMINISTRADOR DEL MARQUES.

sábado, 6 de agosto de 2011

Don Ramón Sempere Quilis



En este modesto blog queremos rendirle nuestro pequeño homenaje a un colivenc Don Ramón Sempere Quilis, que nos guió el camino de la identidad de nuestro pueblo. Buceo en libros, archivos para encontrar las raíces de los colivencs, nos condujo a través de sus libros por los avatares políticos, sociales, culturales de los habitantes de la Villa.
Fue nombrado con mucho merecimiento Cronista Oficial de la Villa de Onil en el año 1988, hasta su fallecimiento en 2004.
2006 es nombrado Hijo Predilecto de la Villa de Onil.
No hay mejor manera que rendirle este pequeño homenaje sobre el topónimo de Onil.

ORIGENES DE NUESTRO TOPONÍMICO ONIL Y ADJETIVOS EMPLEADOS PARA SUS HABITANTES


Onil, al pié de sierra Mariola en sus últimas estribaciones y ésta amparando los embates del viento Norte, la Marjal ha sido en la antigüedad, no muy lejana, lugar de conejos. Esta afirmación se puede leer en los escritos de la Historia de los Cartagineses que, cuando intentaban llegar a Sagunto, su plaza dorada, por el interior, estaba marcada por la necesidad de adquirir carnes, lo que se hacía en los terrenos de Turria y Onil, en aquellas fechas Castalla y nuestro Onil.
Es conocido, e históricamente aceptado, el resultante toponímico nacido de una serie de circunstancias y actividades que, necesariamente venían disfrutando o usando los moradores en sus respectivas habitat, de cuyas actividades nació el toponímico.
Aceptado esto, y asimismo la relación palabra y materia, los habitantes pre-romántico nuestra Villa, seguían utilizando la palabra Conill con inusitada frecuencia, ya que era en su vida, tanto social como económica, centro de gravedad donde residía toda la pujanza y saber del hombre allí enclavado. Pues bien; si a la palabra
CONILL
Le suprimimos la “C” de entrada y la “L” de salida, fenómeno lingüístico presente en el desarrollo vernáculo valenciano, tendremos la palabra hermosa de
ONIL
Aun cuando no tuviéramos más argumento que los expuestos, que los hay, ¿podría negársenos el toponímico Onil originado por el sustantivo Conill?
Y ahora, la otra cuestión: El adjetivo aplicado a sus moradores que no es “onilenses”, sino CUBILENS o COVILENCS que el tiempo ha ido reformando por esa ley inexorable del uso de las palabras, quedando así estos vocablos o nombres:
COBILENCS o COLIVENCS
Esta última aceptación es la que ha prevalecido a través del tiempo y los documentos que hemos manejado.
¿Y por qué ese adjetivo y de donde proviene que pudiera avalar los adjetivos?
El “conill” habita y se reproduce en la madriguera que, en valenciano se traduce por COVIL y estamos seguros que ningún “colivenc” diría madriguera, sino “covil” y de esta práctica, nació con las limas necesarias que el uso impone nuestro

COLIVENC, masculino
COLIVENCA, femenino
Y para los plurales: COLIVENCS y COLIVENCAS


Ramón Sempere Quilis.

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