JUAN VILAPLANA SOUSA

ADMINISTRADOR DEL MARQUES DE DOS AGUAS EN ONIL
NACIO EN 1850 EN ONIL.
DESDE 1887 HASTA 1909 FUE ALCALDE Y CONCEJAL EN VARIAS LEGISLATURAS.
1908 DEJA EL CARGO DE ADMINISTRADOR DEL MARQUES.

sábado, 16 de julio de 2011

D.Vicente Más Picó



Hablar del Párroco D. Vicente Más Picó es hablar de la peste gripal de 1918. En ese año era el Párroco de Onil su trabajo a la ayuda del necesitado hizo que nuestros antepasados tuvieran con él, un reconocimiento muy especial nómbralo Hijo Adoptivo y Predilecto de Onil.
La peste gripal del año 1918 hizo mella en España, Onil se vio envuelto en tal peste, se tomaron medidas de índole sanitario, la Sociedad Unión Onilense propone allegar fondos, por medio de suscripción publica que encabeza con cien pesetas.
En noviembre se trae a la Virgen de la Salut en rogativa a la Villa para pedir protección, la peste gripal había hecho estragos en muertes de unos 250 vecinos, las defunciones obligan al Ayuntamiento a declara luto de la Villa en las Fiestas del Nostre Senyor Robat, y suprimir las actividades no religiosas.
8 de Diciembre se reúne el Ayuntamiento para celebrar la ausencia total de la epidemia gripal, felicitando a los médicos D. Vicente García Bellod y Don Vicente Cortés Juan por su trabajo desinteresado en paliar dicha peste, como al farmacéutico D. Juan Bautista López Ruiz y también al Párroco D. Vicente Más Picó. El Ayuntamiento por unanimidad lo declara Hijo Adoptivo y Predilecto de Onil, comunicando a la Diócesis de su trabajo en el pueblo, cuando el párroco fue una parte importante en ayudar a los enfermos, dar ánimos, colaborar en muchos trabajos domésticos de aquellas casas abatidas y desoladas por tal epidemia, aquella actitud fue valorada muy positivamente por el pueblo, la lucha tenaz de este hombre.

D. Vicente Más Picó.
Nació en Banasau, el 25 de noviembre de 1873. Procede de una familia de labradores y muy buenas personas. Desde muy pequeño tenía una enorme afición al estudio y siempre que desaparecía de su casa, se le encontraba en la única escuela estudiando.
A los 12 años ingresa en el Seminario; después, por oposición logra beca en el Colegio Seminario de santo Tomás de la capital, donde terminó sus estudios. Ordenado sacerdote en 1901. Era doctor en sagrada Teología.
Su primer nombramiento fue Vicario de de Benillup, pueblo cercano al suyo.
Después de unos años, por oposición, obtuvo el curato de Benitachell. En este pueblo trabajó mucho en el templo parroquial y además se preocupó por los leprosos que había por los campos del término municipal a quienes visitaba y atendía espiritualmente.
Seis años estuvo trabajando en esta Parroquia dejando una aureola de entrega y amor al prójimo.
Al marchar los feligreses pidieron al Ayuntamiento que se le dedicara la mejor de las calles del pueblo al Párroco don Vicente.

Su destino próximo fue Onil. Y también aquí dejó una huella indeleble por su entrega y caridad en la gripe declarada en 1918. El cura se volcó hacia los enfermos con el peligro de contagio; sin embargo don Vicente no cesó ni un momento en su dedicación a los afectados.
Cuando dejó aquella Parroquia se le nombró hijo adoptivo. Fue un reconocimiento popular a la labor realizada de forma tan desinteresada.
De Onil es destinado a Xativa. Donde ejerció una grandísima labor pastoral y muy involucrado en el pueblo setabense.

Del Abad Más se resalta su caridad. Era una constante en la vida de este hombre de Dios, como hemos visto durante su ministerio sacerdotal. Fue un Abad humilde y de gran calidad humana y espiritual capaz de llegar a la gente. Destacaba por su modestia y prudencia. Era tan medido, reposado y ecuánime en su espíritu, como en su porte y figura física, y de todo él emanaba una atracción dulce de simpatía, bondad y verdad.
Así lo define don José Zahonero en su libro “Sacerdotes mártires”, pag. 38. Cumplió perfectamente sus funciones de Abad-Párroco viviendo entregado a sus tareas apostólicas en la Colegiata.
De Xàtiva marchó a la Catedral de Valencia como canónigo.
El arzobispo Dr. Melo no quiso que se quedara tan sólo como canónigo y le nombró Cura Regente de la Parroquia de la santa Cruz en pleno Barrio del Carmen. Allí también se encontró a gusto trabajando entre los obreros y gente del Barrio.

Estalla la Persecución Religiosa y como si supiera lo que iba a venir ya prepara a su hermana Rita para que no guarde rencor a nadie y sepa perdonar, sea lo que sea. Se puso en manos de la Divina Providencia diciendo: “nosotros no somos quién para enmendar los planes de Dios, y que si su vida era acepta a Dios para salvar a España, se la ofrecía”.
El 15 de agosto de 1936 fueron por él y se lo llevaron. Sin protestar, sin quejarse para nada. No le dejaron ni siquiera terminar de vestirse y fue martirizado derramando su sangre por Cristo en Valencia.
Su cuerpo fue trasladado después de la Guerra al panteón de la Catedral. Su proceso de Canonización está incluido en el segundo grupo que la Diócesis de Valencia ha iniciado últimamente.

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