A las siete de la mañana de un 29 de noviembre de 1824 salía Hostia desde Tibi en manos del cura párroco de Onil acompañado por un séquito de unas doscientas personas a las dos de la tarde llegaba a la ermita de Virgen de la Salud donde esperaban el clero y las autoridades y la comunidad de los P.P. Descalzos en el recibimiento “ al Nostre Senyor Robat” desde la ermita fue en procesión hasta la parroquia, entre los toques de campanas del convento y de la parroquia. Dicen las crónicas históricas que el portal se improviso un altar con Niño Jesús y la imagen de San Pascual Bailón y a los dos lados se leían unas décimas compuesta por un vecino.
Con amargura y dolor
gemía Onil noche y día,
y con gran fervor pedía
el hallazgo de su Amor.
¡ Oh prodigio! Este señor
que nadie deja burlado,
consuela a su pueblo amado
volviendo a él victorioso;
cante, pues Onil gozoso;
¡Sea por siempre alabado!
Si vuestro robo, Señor,
tanto a todos afligido,
que a raudales han vertido
las lagrimas del dolor;
hallado ya, y con honor,
clama Onil todo a porfía
ser Vos toda alegría
y sus hijos con anhelo
sólo buscaran el Cielo
para hacernos compañía.
Los balcones estaban todos engalanados y pasadas las tres de la tarde entraba el solemne Santísimo en la parroquia, a los acordes del órgano y las aclamaciones de la multitud. Se coloco el Santo Viril en el mismo tabernáculo donde fue robado y seguidamente te canto él TE DEUM LAUDAMUS se adoro al señor, el acto termino sobre las cuatro de la tarde.
El autor de las décimas es anónimo de un vecino de la Villa. Que tuvo la gratitud y generosidad de escribir estas bellas décimas en honor a la Sagrada Hostia.
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