domingo, 23 de mayo de 2010

El tren de la foia

El tercero por la izquierda es Pascual Sempere.



El 23 de noviembre de 1926 la prensa nacional publicaba esto de Onil.
Ha marchado a Madrid una comisión de
los alcaldes de Alicante, Alcoy, Ibi, Onil, Castalla,
Tibi y Agost, para entregar al presidente
del consejo de Ministros un pergamino que
expresa la gratitud de dichas localidades afectadas
por el ferrocarril Alicante-Alcoy. cuya construcción
supone una redención de dichos pueblos.—

El pergamino fue realizado por el pintor Adelardo Parrilla Candela de Cartagena, que cobro dos mil ochocientas pesetas
pesetas y enmarcado de caoba y cadena de plata por el colivenc Pascual Sempere por mil ochocientas setenta y cinco
pesetas. Los gastos de la fotografía de los representantes municipales con Primo de Rivera, que hizo José Zagri, se distribuyeron proporcionalmente al número de habitantes de cada uno de los citados municipios. A Alicante le tocó apoquinar dos mil quinientas noventa y ocho pesetas, y a Tibi, el que menos, ciento cincuenta y nueve con veintidós céntimos. Primo de Rivera lo recibió con una semana de retraso sobre la fecha prevista, y eso que intervino el gobernador cívico militar de Alicante, Bermúdez de Castro
El dictador al principio de su mandato le encantaba recibir honores y diplomas como fue pasando los años era todo lo contrario, no estaba por la labor, el alcalde de Alicante Pérez Bueno pacientemente intentaba concederle el titulo como «Hijo Adoptivo» cosa que consiguió en Octubre de 1926 por el hecho de haber incluido el tren de Alcoy, en el programa de prioridades. Y ya saben cómo terminó aquel proyecto, a pesar del interés que se tomó Primo de Rivera.

Pérez Bueno viajó una vez y otra vez a Madrid, con objeto de hacerle solemne entrega del correspondiente pergamino acreditativo, pero inútilmente: el general no podía recibirlo. Estaba muy ocupado, le decían, y no se había fijado fecha alguna para la audiencia. Perseveró, sin embargo Pérez Bueno, quien en una carta reservada al alcalde y también general, pero de brigada, Julio Suárez-Llanos, le decía: «La psicología de todo lo anterior, querido don Julio, creo verla con claridad. En los comienzos de su mandato, pudieron halagar al presidente las efusivas manifestaciones de cariño de toda España, pero se habituó a ellas, hasta serle poco menos que indiferentes
Primo de Rivera atendió a Pérez Bueno, en audiencia especial, el dieciséis de marzo de 1927. El dictador contempló el pergamino y, probablemente, con una discreta ironía manifestó que «pensaba formar una galería de alto interés con tanto cuadro».
El tren que nunca llego a la foia, la ilusión de nuestros mayores se vio truncada unos años después.
Aquella ilusión se podía escuchar en canciones que cantaba la gente.
Los de Onil a los de Castalla.
Si brutos son el Onil
mes brutos son en Castalla
que volen fer l´estacio
a la porta de la sala.

En Castalla cantaban.
Ya vienen los de Onil
montados en un camión
a pedirle al gobierno
que les haga la estación.
Y el gobierno les contesta
no puede ser
que por las cantarerias
no puede pasar el tren

Por aquel año el alcalde de Onil era el Maestro Antonio Giner Bernabeu.

Fuentes ABC, Cerdán Tato, José Juan Andrés el que fue cronista popular de la Villa d´Onil, mas conocido por Pepito el del Xorret.

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